Conoce a los estudiantes , averigua cómo son y qué conocimientos previos tiene (no te dejes influenciar por información de otros profesores ni por lo que se supone que debe saber, conocelo por ti mismo). Utiliza diferentes soportes para explicar los contenidos, no hace falta utilizar el libro de texto como única fuente de información: imágenes, películas, documentales, artículos, enciclopedias, novelas... Contextualiza los aprendizajes para que el alumnado le pueda ver su utilidad en la vida real. Cede el protagonismo al alumnado , permite que se conviertan en expertos, haz que sean ellos los que investiguen, presenten y expliquen los contenidos de aprendizaje. Introduce variedad de actividades en tus programaciones: webquest, investigación, hacer representaciones, redactar novelas, hacer entrevistas... Deja que el alumnado pueda escoger el soporte sobre el cual hacer sus presentaciones y actividades (anímales a huir del típico Powerpoint). Intenta encontrar punt
Un espacio para aprender a pensar y pensarnos en torno al lenguaje de la formación pedagógica.